La Condesa y el Devorador de Talentos Parte I ( Especial de Halloween 2022 )
- Quédate tranquilo, ya estás derrotado -
Esas fueron mis palabras a ese hombre a quien tanto admiraba y respetaba, él no paraba de preguntar por qué yo había hecho eso, cuál era el motivo de mi maldad sin razón alguna, le di a entender, no se trataba de maldad, era cuestión de intereses, de beneficios y de superioridad ante los demás, no le odiaba, pero él tenía algo que yo necesitaba y no podía esperar tanto tiempo para obtenerlo, mi victima me pidió que tomara su dinero, sus joyas si era posible y que lo dejara en paz, permanecí sentado sin decir nada durante un tiempo, él no podía ni pararse, hasta que rompí el silencio y expliqué, la respuesta a su pregunta solo era una perspectiva, siempre hemos sido el villano en la vida de una persona, él me preguntó algo muy curioso, de aquellas preguntas las cuales merecía contestar, ¿Cuál es el motivo de tu vida? Suspiré y narré parte de mi historia: Todo comenzó en el año 2015, una terrible noche mi cuerpo comenzó a moverse sin mi consentimiento, mis lágrinas cayeron del desespero, estaba asustado y a las puertas de algo aterrador, fue entonces cuando visité a la mejor doctora de mi ciudad, fui diagnosticado con una terrible enfermedad la cual me dejaría como un cascarón, perdería mi mente, mi alma, mi cuerpo y todo sin poder morir, fue una terrible noticia para mí, algo desgarrador para alguien tan joven, pero los síntomas eran evidentes, estaba destinado a perecer por un terrible mal el cual por casualidad la mayor población de quienes son diagnosticados viven en la tierra la cual me vio nacer, no pude evitar llorar y sentirme triste con cada día que pasaba, el destino me había arrancado mi futuro, todo de mí se perdería para siempre...
Continuará...
La Condesa y el Devorador de Talentos Parte II
Poco después comencé a viajar, era lo único que podía hacer, pasaron tres años después de aquel diagnostico, en ese tiempo no tenía miedo de nada, todo me daba igual, solo pensaba en que cada día que pasaba un trozo de mi mente se iba al vacío, pensaba y pensaba si poner un revólver en mi cabeza y terminar con ese tormento, o lanzarme en paracaídas y esperar a un oportuno accidente el cual me hiciera escapar de tantas noches sin dormir y temblar, nadie podría entenderme, y eso me enojaba, yo era una máquina sin mente, fui frio y duro, solo pensaba en un lugar para poder descansar sin que nadie me viera, puesto que no quería ser la vergüenza de todos, fue entonces cuando me dije a mí mismo que si había una oportunidad para escapar de todo ese desastre la tomaría sin pensarlo, solo necesitaba que alguien me guiara, lamentablemente nadie apareció, yo decidí seguir adelante sin ninguna esperanza, hasta que conocí a una mujer hermosa, el día que nos presentaron me sorprendí, ella me preguntó si en mis sueños ella era igual de hermosa, yo había soñado con ella una noche antes, y su rostro era horrible, una completa pesadilla, su cabello era blanco y un poco calva, tenía sus dientes afilados y una mirada aterradora pero en la vida real ella era hermosa, una perfecta flor de casi cuarenta años, misteriosamente ella y yo comenzamos a hablar, hablamos de todo y durante días yo sentía que estaba hablando con una persona la cual tenía alrededor de quinientos años puesto que era capaz de describir cosas con tanta exactitud que en un punto me asusté y fui honesto con ella, su revelación me dejó sin aliento, en su época había sido una hermosa condesa, no tuve dudas de eso puesto que sus buenos modales, historias y su manera de vestir la delataban y yo, quería continuar con lo que ella prometió mostrarme…
Continuará....
La Condesa y el Devorador de Talentos Parte III
Pregunté su nombre y fue una sorpresa, Erzsébet Báthory de Ecsed, ese fue el nombre que con naturalidad salió de sus labios, ella tomó un poco de su bebida la cual cubrió sus labios de color rojo, no quise preguntar qué estaba tomando pero su mirada era la de una malvada mujer, ella me informó, yo estaba sufriendo, lo dijo con tanta seguridad que tuve que admitir la verdad, le pregunté cómo lo sabía, su confesión fue dura, me pidió que recordara, yo estaba hablando con una persona la cual estaba más allá de la vida y de la muerte, desde su temprana vida observaba con los ojos del corazón, los cuales traspasaban cualquier barrera ocular, me mantuve en silencio mientras ella me explicaba lo que con su vida había ocurrido, Erzsébet estaba obsesionada con la belleza, para ella no existía cosa comparable, así pues para mantenerla necesitaba la sangre de personas fuertes, le informé que yo estaba casi muerto así pues no podía ayudarla, Erzsébet comenzó a reír, luego sujetó mis manos y señaló al tesoro que la vida me había dado, se trataba de las famosas cruces de San Bartolomé, le pregunté qué significaba eso, me dijo que quienes tuvieran esas marcas recibirían protección eterna, conocimiento profundo y un lugar entre los mejores siempre que me esforzara, le informé, eso ya no era para mí, Erzsébet confesó, la razón por la cual nadie había encontrado su cuerpo era porque aún estaba con vida, lo que yo había visto en mi sueño era su rostro espiritual el cual tenía más de 600 años, yo había logrado verla por el poder que me brindaba la Cruz de San Bartolomé, yo no podía creer lo que estaba escuchando, pero ella hablaba con tanta firmeza que me era imposible no creerle, le pregunté cómo había logrado vivir y mantenerse hermosa durante tanto tiempo, una sonrisa se escapó de sus labios, me habló sobre el elixir de la vida, una poderosa sustancia la cual tenía propiedades mágicas y curativas, de esa manera podía mantener su vida y belleza, quería saberlo, pregunté qué quería de mí y por qué me contaba todo eso, ella confesó, sabía que podía guardar secretos....
Continuará…
La Condesa y el Devorador de Talentos Parte IV
Erzsébet se acercó a mi lentamente, quiso saber, qué estaría dispuesto a hacer a cambio de curarme, de mis ojos cayeron dos lágrimas, recordé cuando había prometido agarrar la primera oportunidad que tuviera para recuperar mi vida, le confesé, haría cualquier cosa, Erzsébet me sedujo y preguntó si estaba dispuesto a pagar cuarenta años de mi vida a cambio de una solución a mi problema, me quedé observándola durante un buen rato y me negué, era demasiado tiempo, Erzsébet me explicó, era esa la manera en la cual había podido vivir tantos años, el elixir de la vida era la sangre, a través de ella podíamos acceder incluso a las memorias de los ancestros de las demás personas, eso fue algo revelador para mi, Erzsébet explicó, la sangre era la llave para todo, para la inmortalidad, para la belleza e incluso para robar, yo estaba sin palabras, era información valiosa, Erzsébet me acarició, yo no pude negarme por alguna razón, así pues ella quiso saber qué quería, para mi era simple, la respuesta era mi salud, Erzsébet ya sabía eso, su propuesta mejoró, me pidió veinticinco años de mi vida y además me enseñaría a robar habilidades de las otras personas, le pregunté cómo era eso posible, me instruyó, eso solo era posible si se tenía las Cruces de San Bartolomé en cada mano, esa era una habilidad que ni siquiera ella podía hacer pero al acceder a lo que ella me estaba ofreciendo me ayudaría, puse mis manos en mi frente, no sabía qué hacer pero ella me abrazó con tanto cariño que me dieron ganas de llorar, ahí me tranquilicé y acepté su propuesta, ella mordió sus labios y lo que sentí fue un beso sangriento el cual no me dejó respirar, en ese corto tiempo pude ver toda mi vida como una película, una sensación que nunca olvidaré, mis ojos permanecían cerrados, esa mujer me estaba volviendo loco y todo terminó cuando abrí mis ojos y Erzsébet tenía su boca manchada de sangre, toqué mis labios y mis sospechas eran ciertas, era mi propia sangre la cual manchaba nuestros labios, me sentí débil, cansado y con sueño, Erzsébet me llevó a un lugar para que descansara pues no podía mantenerme de pie..
Continuará…
La Condesa y el Devorador de Talentos Parte V
Al despertar Erzsébet estaba observándome fijamente, pregunté qué había ocurrido, su rostro había cambiado, pude notarlo, antes parecía una mujer de cuarenta años, ahora parecía alguien de veinte, me confesó, ya todo estaba listo, ahora era momento de curarme, ambos salimos por la noche y entramos a un lugar misterioso, recuerdo que al bajar las escaleras nos recibió un hombre con una apariencia horrible, al parecer era un carcelero, Erzsébet solo lo observó y él abrió las puertas, de esa manera descendimos hasta lo que parecía ser un lugar secreto debajo de la tierra, ella alumbraba con una antorcha y pude escuchar numerosos gritos de ayuda, todos pedían ser liberados, pregunté dónde estábamos, Erzsébet ordenó que me mantuviera en silencio, fue entonces cuando ella abrió una celda, ahí había un hombre el cual estaba amarrado, Erzsébet me informó, ahí estaba mi pasaporte para ser un hombre sano, ese joven tenía alrededor de veinte años y al vernos pidió que por favor no le hiciéramos daño, Erzsébet lo sujetó y le pidió que dejara de comportarse como un tonto puesto que su sacrificio sería para una buena causa, el joven comenzó a llorar y Erzsébet sujetó un cuchillo y cortó la mano de ese joven, la sangre comenzó a salir y ella me pidió que bebiera un poco, le dije que no lo haría puesto que eso no era lo que habíamos acordado, Erzsébet vio que yo estaba nervioso ya que los movimientos involuntarios comenzaron a aparecer en mí, sus burlas no tardaron en llegar y me pidió que tomara la sangre de ese joven o de lo contrario pasaría el resto de mi vida de esa manera, yo pensé bien las cosas, le había dado veinticinco años de mi vida a esa mujer a cambio de curarme y lo único que yo tenía que hacer era beber de la sangre de ese joven, Erzsébet nuevamente influyó en mí y poco a poco me arrodillé y le di un buen sorbo a la sangre, pude sentir la vitalidad correr por mis venas, el dolor de igual manera se apoderó de mi cuerpo mientras Erzsébet se acercaba a mí, me pidió que disfrutara de ese momento de gloria…
Continuará...
La Condesa y el Devorador de Talentos Parte VI
Al seguir las órdenes de Erzsébet sentí un dolor sin igual, mi vista me abandonó y perdí mis sentidos. Al abrir mis ojos desperté en mi hogar, creía que todo había sido una pesadilla pero, algo en mí lo entendía, eso había sido real, al levantarme mi cuerpo estaba en perfectas condiciones, mis dolores ya no estaban, yo había recuperado mi vida, no podía creerlo, lloré de la felicidad y aunque no entendía lo que estaba ocurriendo estaba agradecido por todo, fue entonces cuando pasaron dos días y pude ver en las noticias que había sido encontrado un joven quien era masajista, él no recordaba lo que había sucedido y se veía desorientado, lo recordé, era él aquel prisionero de Erzsébet, apenas podía caminar, me senté un buen rato en un hermoso parque de Miami para meditar lo que estaba ocurriendo, no sabía en qué problema me había metido, no había sido una alucinación, todo era eral. Un día recibí la llamada de una amiga quien me invitó a su casa, yo accedí inmediatamente puesto que se había resbalado, su pierna estaba golpeada, al verle lamenté el suceso, al ver la pierna algo dentro de mí despertó, sin decir nada comencé a masajear su pierna con tanta precisión que ella estaba sin palabras, utilicé aceites y cremas para sanar su dolor y ella después de agradecerme me confesó que no sabía esa habilidad mía, yo me quedé en silencio y luego de que terminara de hablar con ella me marché corriendo puesto que no entendía cómo había sido posible eso, recordé las palabras de Erzsébet, todo tenía sentido, la sangre, el joven masajista y mi nueva habilidad, las palabras de esa mujer malvada tenían sentido, tal vez no era algo bueno para ese joven pero era algo bueno para mí, era cuestión de perspectiva, pensé que era necesario tomar una decisión, no utilizar esa habilidad de robar virtudes ajenas o encaminarme por un camino el cual me llevaría a ser alguien inteligente sin tener que trabajar duro, la tentación era intensa, yo solo tenía que poner mi mano y agarrar lo que quisiera, es así como a través del tiempo logré engañar a muchas personas para robarles aquello que para mí es valioso, el conocimiento fácil y ajeno...
Continuará...
La Condesa y el Devorador de Talentos Parte VII
En ese momento me levanté y le dije a mi víctima el cual era un bailarín que la historia había llegado a su fin, él me preguntó qué iba a hacer con él, le dije que no se preocupara, yo no era un asesino, pero era necesario que se despidiera de su habilidad para bailar, él estaba asustado y yo hice lo que Erzsébet me había enseñado, corté su mano y vi la sangre caer, corté un poco mi mano y puse una X en su frente para bloquear todo recuerdo, el hombre hizo gestos de convulsiones al igual que yo puesto que el proceso de transferencia es doloroso, por eso acostumbro a hacerlo solamente una vez al año, no es recomendable abusar del poder, supuse que Erzsébet lo hacía cada veinte años puesto que solo de esa manera podía verse tan bella como la recordaba. Después de asegurarme de que todo estaba bien dejé al bailarín tendido en el suelo y continué con mi camino, tenía una cita importante esa noche. Al llegar a una pista de baile esa mujer que me había rechazado con anterioridad por no saber bailar estaba ahí presente y al verme sus ojos de crueldad me atacaron, estaba molesta puesto que su novio no la había llamado, le pedí una oportunidad para demostrarle mi habilidad y ella aceptó, bailé con ella como nunca en mi vida lo hice, su rostro cambió y se le escapó una sonrisa, me preguntó cómo había sido capaz de aprender a bailar en tan poco tiempo, una pequeña sonrisa se escapó de mi rostro, no oculté lo que había hecho, su novio me había ayudado, ella sonrió asegurando que había sido una buena broma, luego dejamos de bailar puesto que su novio había llegado, me puse en una esquina para ver a esa linda doncella bailar con su novio, él no sabía lo que sucedía, no podía bailar, la doncella no entendía lo que ocurría hasta que ambos nos vimos fijamente, su mirada fue de terror mientras yo reía sínicamente, salí al balcón con satisfacción, por supuesto, el novio de esa doncella había sido mi victima, él no podía recordar nada puesto que siempre me aseguro de que sus recuerdos queden bloqueados…
Continuará...
La Condesa y el Devorador de Talentos PARTE FINAL Especial de Halloween 2022
Ahora muchos entienden la razón por la cual logré aprender tantas cosas y en un periodo muy corto, el conocimiento para mí es poder, y veneno a la vez. En cuanto a la Condesa cuyo nombre es Erzsébet Báthory de Ecsed proveniente de sangre azul y nacida en el reino de Hungría en el año 1560 tendría muchas cosas por decir, por ejemplo que su cuerpo jamás fue encontrado y de ella no se podía ni hablar en su época, por esa razón su rostro fue borrado de la historia y temo que en internet ninguno de los retratos sea el verdadero, dice la leyenda que en el nombre de la belleza torturó y mató a incontables jovencitas para mantener su rostro perfecto y eso fue lo que la llevó a la tumba aunque ella continuó con vida durante todos estos años hasta llegar a mí. Su residencia queda actualmente en Vizcaya-Miami y tuvimos una reunión hace un mes en mi visita a la Florida puesto que en ciertas ocasiones los villanos pueden darnos el consejo que necesitamos, ahí aprendí que todo en la vida es simplemente una perspectiva, los humanos tenemos ojos pero eso no garantiza de que todos veamos las cosas desde el mismo punto de vista. Ahora que no debo esforzarme para aprender habilidades puesto que he entendido el secreto debo decir que tomar atajos efectivamente podría resultar sencillo pero es ahí cuando digo, para obtener lo que se quiere es necesario el esfuerzo duro, sacrificio e incluso sangrar por las metas, el tiempo es oro y desperdiciarlo como lo hacemos a diario es el mayor de todo los errores, por eso algunos se quejan de su poco progreso cuando existen personas que con poco tiempo hacen magia cosa que intento hacer a diario en mi constante aprendizaje al igual que es mi deber dejarles esa moraleja la cual vino acompañada de mis agradecimientos a todos por apoyarme y leer mi historia llamada La Condesa y el Devorador de Talentos para el especial de Halloween del año 2022, nos vemos el año que viene con otra de mis historias y recuerda, esta es una historia de:
Juan Ernesto de Mosquera
FIN.