Mi Encuentro con Niccolò Paganini

Especial de Halloween 2020
Una historia de: Juan Ernesto de Mosquera

Muchas son las historias que se cuentan sobre el llamado Violinista del Diablo y la sombra que lo acompañaba en cada concierto la cual fue vista por varias personas quienes decían que el maligno lo acompañaba en cada presentación debido a su supuesto pacto con él.

Mi Encuentro con Niccolò Paganini PARTE I

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Recuerdo que en mi juventud comencé a escuchar un excelente grupo musical el cual, con sus instrumentos clásicos y excéntricos tocaban música muy pesada y oscura, hacían brillantes covers y algunos otros estilos, su música era fuerte y todas las personas quedaban atrapadas entre sus cuerdas, el nombre de aquel poderoso instrumento utilizado por aquella agrupacion era el Violoncello.

En internet observé que aquel exitoso grupo se presentaría en mi país natal Venezuela el 19 de enero del año 2012, en seguida corrí a la tienda y compré mi entrada, mi hermana menor, quien era muy joven sin pensarlo dos veces pidió a mi padre su entrada, él estaba impactado de los gustos de mi hermana ya que, era poco común dichos gustos musicales en una joven como ella.

Aquel día salimos en la tarde desde mi ciudad natal Valencia, aquella banda se presentaría en la capital de mi nación Caracas.

El concierto fue un completo éxito, yo quedé tan impactado que comencé a buscar por todas partes a un maestro quien pudiera darme clases de Violoncello, quería tocar como ellos, aunque yo era guitarrista sentía que mi pasión sería el Violoncello..

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Mi Encuentro con Niccolò Paganini PARTE II

Una tarde visité un antiguo conservatorio de música en donde yo había estudiado tiempo atrás, allí pregunté quién daba clases de Violoncello en privado y nadie sabía.

Los rumores hablaban de una profesora de origen cubano, ella era la mejor de todas, esperé hasta que ella saliera de clases y pregunté si podía ayudarme, aquella profesora se burló de mí asegurando que yo era muy viejo para aprender a tocar el Violoncello, mi rostro fue de decepción, yo mismo sabía que, con mi guitarra podría darle una tremenda humillación a esa profesora y dejarla en ridículo, pero no perdería mi tiempo con ella, en seguida salí de ese conservatorio para nunca volver.

Cerca de la casa de mi abuela había una pequeña escuela de música, era muy popular entre los alrededores, recuerdo que comencé a estudiar en esa escuela y ellos me trataron con amabilidad, se ofrecieron a enseñarme a tocar Violoncello y yo les agradecí.

las primeras clases fueron duras y aprendí lo suficiente pero el siguiente problema se presentó, yo no tenía un Violoncello, podía practicar con el que había en la escuela, pero allí apareció un nuevo profesor de música, era de mi estatura y su Violoncello tenía una ruptura en su parte superior, pero hasta mis días jamás he escuchado otro Violoncello mejor que ese, aquel profesor era simplemente increíble.

él me recomendó un lugar en la capital en donde yo podría comprar mi Violoncello, en seguida llamé y me pidieron esperar algún tiempo, ellos no tenían Violoncellos disponibles.

En esa pequeña escuela los profesores observaron mi habilidad para tocar la guitarra y me ofrecieron ser profesor de aquella escuela, con gusto acepté.

Mi pasión por la música no se detenía, los dueños de aquella escuela me animaron para que aprendiera los demás instrumentos los cuales ellos tenían a la orden para los demás alumnos, fue en ese momento cuando mi pasión por el Violín comenzó.

En seguida compré un hermoso Violín, aquel gasto fue excesivo ya que costaba mucho más de lo que yo ganaba, tomé clases con la directora de aquella escuela de música, ella puso su empeño para poder enseñarme y yo, como buen alumno acaté todas sus órdenes para aprender a tocarlo como ella lo tocaba, recuerdo que yo solía practicar durante horas en mi casa.

Un día mientras estaba en la computadora me dediqué a buscar canciones hermosas y fáciles de aprender, fue en ese momento, en una página de internet cuando apareció la Sonata N° 6 de Niccolò Paganini, aquella melodía me atrapó y quedé en el aire al escucharla, con agrado disfrutaba múltiples veces aquella hermosa sonata, era magia para mis oídos e inspiración la cual me motivó a tocarla.

Noté que no era muy compleja de aprender, me gustaba tanto que agarré mi Violín y comencé a tocarla sin pensarlo, pero por alguna razón no sonaba igual a la original.

Durante horas intenté mejorarla, pero no pude.

Esa noche en mi Valencia natal los cortes de luz eran comunes, recuerdo que yo estaba boca abajo durmiendo, era una noche fría y la lluvia caía con fuerza provocando aquel sonido tan hermoso que tanto me relajaba, pero misteriosamente sentí una presencia en mi habitación, al parecer alguien o algo se fue acercando poco a poco a mí, era un visitante inesperado, intentaba comunicarse conmigo pero mi sueño era muy profundo gracias a la lluvia y a los truenos, pude sentir sus manos largas y espeluznantes acercarse poco a poco a mí, aquella presencia me daría lo que yo necesitaba para que mi canción sonara de manera perfecta.

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Mi Encuentro con Niccolò Paganini Parte III

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Mi Encuentro con Niccolò Paganini Parte IV

Un día como hoy pero en 1782 nace en Génova Italia el Violinista Niccoló Paganini 🇮🇹.
Y yo soñaba con ser un gran violinista, hasta que el mejor de todos ellos me dio una clase mortal…

Mis ojos se abrieron, estaba seguro, aquello que iba a ver sería lo peor, por alguna razón sentía que me estaban observando por todas partes, me pregunté si en mi habitación miles de ojos estaban observándome y burlándose de mí, aquella sensación fue una de las peores cosas que he sentido en mi vida, era estremecedor, mis sabanas, aunque eran gruesas y fuertes se debilitaban por lo que estaba ocurriendo y no podía moverme, estaba despierto y consciente de todo aquello pero mi cuerpo no respondía, fue en ese momento cuando ocurrió lo inesperado, sin preguntar absolutamente nada una voz grave, oscura y tenebrosa me susurró:

Auméntale medio tono a mi Sonata, de esa manera sonará mejor...

Intenté voltear para ver de quién se trataba, pero algo me lo impedía, estaba consciente de todo lo que ocurría a mi alrededor mientras reposaba quieto como una roca, simplemente rezaba para que toda aquella pesadilla acabara de una vez.

Al poco tiempo me dormí, aunque no disfruté para nada de mi sueño, yo estaba ansioso por despertar y en mis sueños yo soñaba que me despertaba, la confunsión se apoderó de mí y pensé que había enloquecido.

Al día siguiente milagrosamente desperté y decidí no pensar en aquella dura experiencia, estaba un poco asustado, me preguntaba si había sido un sueño o una realidad, el miedo me hizo dudar, pero lo sabía, tenía que encontrar una explicación lógica a todo lo que había ocurrido, y solo existía una manera de averiguarlo.

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Mi Encuentro con Niccolò Paganini PARTE V

No fui un mal violinista, aunque fue por muy poco tiempo entre mis canciones tocadas estuvieron: Czardas de Monti, He’s a pirate de Piratas del Caribe, el himno de mi país llamado Gloria al Bravo Pueblo y, por supuesto la Sonata N° 6.

Dediqué algún tiempo a ese precioso instrumento, aunque no sabía que todo tendría un triste final...

Un solo camino quedaba, el miedo no era una opción, estaba intrigado y a la vez preocupado, pero desobedeciendo mis pensamientos y creencias agarré mi Violín y me puse a recordar aquella dolorosa y tenebrosa experiencia, pude sentir la manera en que alguien guiaba mis movimientos, yo parecía un simple títere, recordando lo que me había dicho Niccoló Paganini subí medio tono a la sonata y lo que sucedió me sorprendió, una lagrima caía por mi ojo izquierdo mientras escuchaba aquella maravillosa tonada, era triste y melancólica, precisamente esa noche también estaba lloviendo y por alguna razón mi fiel amigo Timothy-Bertho no dejaba de ladrar, pude disfrutar de aquella melodía como si de un concierto se tratase solo que esta vez era yo quien la tocaba, mi habilidad había incrementado de la noche a la mañana, aquella clase, lección o como sea que se llame lo que viví esa noche fue un antes y después en mi vida, ya que durante muchos años había sido un buen guitarrista pero aquella habilidad adquirida en el violín superaba todos mis largos estudios con la guitarra, pues la Sonata N°6 sonaba a la perfección.

Mi padre me llevó a la capital de mi nación para comprar mi Violoncello, quería olvidar lo que había vivido con el Violín y le dije a mi profesora que ya tenía mi Violoncello, era momento de comenzar a tocar el instrumento por el cual yo había iniciado todo ese camino, ella se sorprendió ya que yo estaba adelantado para ser un principiante y aunque insistió para que yo no dejara el Violín yo me negué una y otra vez, hice lo correcto, quería ser un gran violinista, pero a veces las cosas que queremos no es realmente lo que nos conviene.

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Mi Encuentro con Niccolò Paganini Parte Final 1/2

Pienso que los maestros siempre son de vital importancia, nos enseñan cosas que simplemente debemos aprender sea de nuestro agrado o no, pero la vida es tan compleja que muchas veces no nos deja elegir a nuestros guías, cosa que nos coloca en una posición muy difícil, pero las reglas al parecer existen para romperse debido a que en algunas ocasiones ciertas personas vuelven del más allá rompiendo toda ley en este mundo y en el otro, solamente para lograr sus objetivos….

Mis clases con el Violoncello siguieron mientras yo continuaba como profesor en aquella escuela, recuerdo a las grandes amistades que hice y a ciertos alumnos, esa experiencia con Niccoló Paganini no dejó de perseguirme y jamás hablé de eso sino hasta unos cuantos años después. En el momento que hice publica mi experiencia con el Violín las personas se sorprendieron, unos estaban aterrados, otros sonrieron, algunos me llamaron mentiroso e incluso me recalcaron que el Violín me había quedado grande a mi quien era un amante de las cuerdas, yo decidí mantenerme al margen ya que solo pocos saben el terrible sentimiento de comunicarse con alguien del más allá. He dedicado gran parte de mi vida a los instrumentos de cuerda, me siento orgulloso de eso y soy capaz de tocar casi cualquier instrumento el cual contenga cuerdas, pero solo uno de ellos me fue negado, aunque doy las gracias ya que me sentí vivo el poco tiempo que fui un Violinista y entiendo que es un instrumento hermoso, pero lamentablemente no creo que me acerque a uno jamás.

Te preguntaras qué sucedió con mi Violín, en aquel momento mi Violín fue puesto a la venta por un precio muy bajo, incluso uno de mis maestros bromeó conmigo diciendo que yo era un mal negociante, pero él jamás se imaginó lo que en realidad ocurrió, solamente deseaba que esa joven compradora no tuviera una experiencia tan terrible como la mía.
Hasta mis días nunca he intentado tocar un Violín nuevamente, estoy seguro de que si lo toco Niccoló Paganini vendrá nuevamente hasta mi habitación e intentará darme una lección de la cual no podré salir....

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Mi Encuentro con Niccolò Paganini Parte Final 2/2

Y para quienes no sepan acerca de la vida de Niccolo Paganini él fue un Violinista nacido el 27 de octubre del año 1782 en Génova Italia, conocido en Europa por sus increíbles Caprichos los cuales son muy populares hoy en día en todo el mundo, su personalidad cautivadora y misteriosa robaba los corazones de todas las mujeres mientras las personas se preguntaban cómo lo hacía, pues su cara demacrada y aterradora no era de gran ayuda al igual que sus terribles y largos dedos los cuales podían llegar a cualquier nota del Violín.

Cuentan las leyendas y mitos urbanos que Niccoló Paganini solía practicar en los cementerios cuando el sol se ocultaba y jamás se molestó en desmentir todas las cosas dichas sobre él.

Las personas se quedaban asombradas por la manera en que rompía sus cuerdas a propósito mientras continuaba tocando para demostrar su habilidad.

Muchas son las historias que se cuentan sobre el llamado Violinista del Diablo y la sombra que lo acompañaba en cada concierto la cual fue vista por varias personas quienes decían que el maligno lo acompañaba a cada presentación debido a su supuesto pacto con él.

No se si todo eso sea verdad o mentira, solamente quiero darle las gracias a todas las personas que me apoyaron con esta historia la cual no tiene absolutamente nada de ficción, GRACIAS POR TU APOYO y recuerda que esta es una historia de:

Juan Ernesto de Mosquera.

FIN.

FIN